El organismo criticó la búsqueda de “supuestas exenciones a expensas de los intereses de otros para obtener un beneficio egoísta temporal propio” y avisó de que este comportamiento “no acaba beneficiando a ninguna de las partes”.
“Nadie puede permanecer inmune al impacto del unilateralismo y el proteccionismo”, señaló el Ministerio, que agregó: “Una vez que el comercio internacional regrese a la ‘ley de la selva’, donde los fuertes se aprovechan de los débiles, todos los países se convertirán en víctimas”.
China está dispuesta a “fortalecer la solidaridad y la coordinación con todas las partes, trabajar para resistir conjuntamente contra las intimidaciones unilaterales”, aseveró la cartera.
La guerra comercial desatada por Trump se intensificó el pasado 2 de abril con el anuncio de “aranceles recíprocos” para el resto del mundo, una medida que rectificó después ante las caídas de los mercados y el encarecimiento de la financiación de la deuda estadounidense.
Pero a la vez que suavizaba su ofensiva con la mayoría de países aplicando un arancel generalizado del 10 %, Trump decidió incrementar los gravámenes a China hasta un 245 % por haber respondido con represalias.
Mientras, Pekín ha elevado los suyos sobre productos estadounidenses hasta el 125 %.
Estados Unidos decidió dejar numerosos productos tecnológicos chinos sin gravar, aunque Trump anunció aranceles para semiconductores que se aplicarán “en un futuro próximo”.
Por otra parte, Trump afirmó el jueves que en “tres o cuatro semanas” pueden haber llegado a acuerdos arancelarios con sus socios e indicó que su Administración ya está hablando con representantes chinos en un intento por llegar a un pacto también con Pekín.
Hasta hora, China solo ha reconocido mediante su Ministerio que “siempre” ha mantenido “comunicación a nivel de trabajo” con sus homólogos estadounidenses, al recalcar que Pekín está “abierto a consultas” con Washington si están basadas en el “respeto mutuo”.
(EFE)