La comunidad de San Antonio de la Osamenta ubicada en lo alto del sistema montañoso de la entidad recibió servicios gratuitos como vacunación, desparasitación y entrega de sobres de suero oral.

Monterrey.- Aislada entre montañas y caminos de difícil acceso, la comunidad de San Antonio de la Osamenta recibió este fin de semana una visita poco común: personal del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Nuevo León arribó hasta este punto remoto de la Sierra Madre Oriental para realizar una brigada de atención médica.

El equipo de salud, adscrito a la Unidad de Medicina Familiar No. 64, se trasladó hasta esta zona ubicada a más de 2 mil metros de altitud, en la franja donde convergen los límites de Nuevo León y Coahuila. Para muchas personas de esta localidad, el acceso a servicios básicos representa un reto constante debido a las distancias y al terreno accidentado.

Durante la jornada, se brindaron servicios gratuitos de vacunación, desparasitación y entrega de sobres de suero oral. La atención fue dirigida a personas de todas las edades, desde bebés de 2 meses hasta adultos de 99 años, esto como parte del esfuerzo institucional por llevar salud a donde más se necesita.

Este tipo de acciones no solo representan un alivio para quienes viven lejos de centros urbanos, sino que refuerzan el sentido de equidad en la atención médica, reconociendo el derecho a la salud como un compromiso que va más allá de la infraestructura o las fronteras geográficas.

El traslado, la logística y la organización del personal médico muestran la disposición de atender a poblaciones que, por su ubicación, podrían quedar fuera del radar de la atención cotidiana. Sin embargo, esta brigada es una muestra de que aún en los lugares más recónditos, la salud no se olvida.

Con intervenciones como esta, el IMSS reafirma su presencia en las zonas rurales y mantiene activo su objetivo de garantizar el bienestar de las comunidades más alejadas del estado.