La gobernadora de Morelos, Margarita González Saravia, fue clara al expresar su postura sobre las aspiraciones de su esposo, José del Carmen Enríquez Rosado, quien ha mostrado interés en liderar el partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en el estado.
Durante la conferencia de prensa matutina de los lunes, la mandataria fue cuestionada sobre las aspiraciones de su esposo y las recientes denuncias realizadas por Carmelo el pasado fin de semana.
Carmelo señaló presuntas presiones de Javier García González, jefe de la Oficina de la Gubernatura, y de Rafael Reyes, coordinador de la bancada de Morena en el Congreso, quienes, según él, habrían coaccionado a consejeros de Morena para firmar cartas de apoyo a favor de Tadeo Nava.
Ante esto, la gobernadora expresó su postura sin rodeos: “En el caso del partido, yo no me meto. Creo que ya todos son militantes, tienen que aperturar [sic] el debate”, señaló la mandataria, marcando un límite en la influencia que estaría dispuesta a aceptar en las decisiones del partido.
Ante la pregunta directa sobre las aspiraciones de su esposo, González Saravia fue contundente: “No me gustaría que un familiar mío fuera presidente del partido.”
Además, la gobernadora expresó su desacuerdo con situaciones similares en el pasado: “Yo estuve en contra de que (Rodrigo) Gayosso fuera candidato del partido cuando Graco (Ramírez) era gobernador; también que Ulises Bravo fuera el presidente del partido cuando su hermano (Cuahutémoc Blanco) era gobernador“.
La declaración refuerza su postura sobre la necesidad de evitar el vínculo familiar en posiciones clave de dirigencia partidista, en un contexto donde la transparencia y autonomía son cada vez más demandadas.
Tadeo Nada fue uno de los principales operadores de Margarita Saravia durante la campaña electoral en la zona oriente de Morelos y es considerado uno de los personajes de confianza de la mandataria.