La intensa lluvia causó destrozos en la ciudad hace un año, pero también ahuyentó la sequía severa que causaba serias afectaciones.

Monterrey.- Hoy 20 de junio se cumple un año de que la tormenta Alberto causó en Nuevo León severas inundaciones, múltiples afectaciones materiales y la trágica muerte de cuatro personas, pero también llenó las presas del estado, vacías después de una severa sequía.

El fenómeno meteorológico se empezó a sentir la noche del 19 de junio del 2024 pero su impacto real se sintió en la madrugada del día 20, con fuertes ráfagas de viento y precipitaciones que superaron los niveles promedio registrados en temporadas anteriores.

Municipios como Monterrey, Allende, Santiago, Guadalupe, Apodaca y Linares, resultaron entre los más golpeados, con vialidades inundadas, cortes de energía eléctrica y daños en viviendas e infraestructura urbana.

Uno de los aspectos más dolorosos de la tormenta fue la pérdida de vidas humanas, y es que, las autoridades confirmaron la muerte de tres menores de edad y un adulto.

Un joven de 15 años se convirtió en la primera víctima fatal en el paso de la tormenta Alberto, tras ahogarse en el río La Silla, a la altura de la colonia La Hacienda, en Guadalupe, cuando perseguía un balón.

Horas más tarde de ese mismo día, dos niños murieron electrocutados en medio de las lluvias, en el cruce de Pino Suárez y Prolongación Vidaurri, en la colonia Los Maestros, en el municipio de Allende.

La cuarta víctima fue un hombre adulto que falleció electrocutado mientras intentaba reparar el suministro de energía en su hogar, también en Allende.

La fuerza de las lluvias provocó el desbordamiento de arroyos y ríos, como el río Santa Catarina, que incluso el agua alcanzó a afectar las vialidades de Monterrey y su área metropolitana.

Varias avenidas y calles tuvieron que ser cerradas por las autoridades, como Constitución a la altura de Padre Mier, debido a las inundaciones, Morones Prieto en el tramo que incorpora con la autopista a Reynosa, después de que se colapsara un pedazo de la vialidad, también el Puente Jiménez, en San Pedro, entre otras.

Una de las zonas más afectadas fue el parque La Huasteca, y es que el río destruyó la carretera que conecta con las comunidades de allí, dejando a los residentes incomunicados, los cuales tuvieron que ser rescatados por elementos de Protección Civil de Nuevo León con ayuda de un helicóptero.

Martín Ibarra Moreno, un residente de la Huasteca narró a ABC Noticias su experiencia de haber vivido momentos de tensión durante la tormenta, y cómo tuvieron que sobrevivir después de ella, luego de que las autoridades prohibieran el acceso al interior del parque.

“Tras el paso de la tormenta nos estuvieron informando las autoridades y todos tomamos precauciones, nos salimos y eso fue lo que salvó la vida de mucha gente, pero de que estuvo feo, estuvo feo, pero afortunadamente no hubo desgracias humanas. Lo positivo fue el relleno de las presas porque ya no teníamos agua”, mencionó Ibarra Moreno.

Anahí Hernández, experimentó una situación similar, pero con su madre, que reside dentro del parque y perdió toda comunicación con ella durante la tormenta.

“Estuvo muy feo, ella se quedó aquí en su residencia, pero no había comunicación con ella, no sabía cómo estaba y yo toda preocupada”, expresó Hernández.

La corriente del río Santa Catarina provocó que la tubería que se encuentra en La Huasteca se rompiera, generando cortes de agua que duraron casi dos meses. Ante la situación, ciudadanos de Santa Catarina y García expresaron su disgusto bloqueando varias vialidades de dichos municipios, hasta que el servicio del suministro se reactivara.

Pero esto también dejó imágenes inolvidables, porque algunos regiomontanos optaron por irse a bañar al río Santa Catarina, aprovechando la resurrección del afluente tras el paso de la tormenta. En videos que circularon en redes sociales se observó a ciudadanos con champú en el cabello mientras se remojaban con un vaso de plástico.

Algunos parques del municipio de San Pedro también sufrieron los estragos de las fuertes lluvias. El Rufino Tamayo, el de Revolución 5to Sector y El Capitán fueron de los más afectados. Vecinos de dichos sectores mencionaron que por vario tiempo las autoridades prohibieron el acercarse a dichos espacios de recreación debido a los daños que presentaban.

“El agua entraba hasta la cochera, pero nosotros estábamos encerrados y ya hasta que vimos que se calmó salimos a ver los desastres que había dejado, pero al final de cuentas nos benefició porque tuvimos mucha agua”, narró Alicia Vallejo, residente de la zona Valle Oriente.

“Nosotros estuvimos encerrados, y cuando salimos vimos todo inundado, incluso había un coche varado en medio del parque. Luz no hubo como por un día aquí, pero conozco personas que estuvieron mucho más de una semana sin el suministro”, explicó Paola Domenzain, vecina de la colonia Fuentes del Valle.

El 20 de junio de 2024, el gobernador, Samuel García, suspendió, de manera temporal, las labores, el transporte y circulación, para salvaguardar la integridad de los ciudadanos, ante la devastadora tormenta.

Las autoridades estatales y municipales activaron refugios temporales para atender a personas damnificadas, además de implementar operativos de rescate y desazolve en puntos críticos.

La tormenta Alberto, logró marcar récord al ser la tormenta que generó el segundo nivel máximo de precipitaciones en Nuevo León en menos días, al obtener 646.50 mm de precipitación acumulada, tan sólo en la estación La Boca, en los tres días que duraron las intensas lluvias, de acuerdo a los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).

Hoy, a un año de su paso por Nuevo León, Alberto sigue presente en cientos de familias que vivieron la emergencia y sufrieron pérdidas, pero también es recordado como la tormenta que salvó al estado en un momento crítico de sequía al llenar las presas a su máximo nivel de almacenaje.