El coordinador de los senadores de Morena, Adán Augusto López Hernández, aseguró que retirará su propuesta de reformar el artículo primero de la Constitución, que eliminaba el “control de convencionalidad” de la Carta Magna.
En una entrevista con Radio Fórmula, el legislador morenista señaló que la reforma solo se limitará a los artículos 103, 105 y el 107 constitucionales.
“Hemos estado revisando en las últimas horas el texto que presentamos de la iniciativa”, dijo el senador, quien adelantó que se eliminaría esa parte de la reforma.
“Sopesamos si políticamente, por ejemplo, era conveniente entrar en el debate […] Anoche revisamos, estuvimos estudiando si jurídica y políticamente era conveniente entrar en estos momentos en un debate relativo a lo que habíamos propuesto en el artículo primero de la Constitución”, dijo.
“Una de las reservas que vamos a a proponer, y seguramente retiraremos, es la propuesta en cuanto a la modificación del artículo primero de la Constitución específicamente, sobre la convencionalidad de las leyes”, apuntó.
En ese sentido, confirmó que será en el transcurso del día, en la reunión de las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y Estudios Legislativos, en la que se realice la modificación.
¿Qué dice la iniciativa de reforma constitucional que buscaba eliminar el control de convencionalidad?
El martes, el coordinador parlamentario de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández, presentó una iniciativa que pretende impedir las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad sobre la Constitución.
Señaló que la improcedencia también debe incluir al proceso deliberativo, legislativo y correlativa votación de las reformas a la Carta Magna, así como aquellas que busquen controvertir las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes en materia electoral.
El proyecto de decreto también fue suscrito por el petista Gerardo Fernández Noroña, presidente de la Mesa Directiva del Senado, así como por el coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, Ricardo Monreal Ávila y el presidente de la Mesa Directiva de la cámara baja, el morenista Sergio Gutiérrez Luna.
La propuesta buscaba reformar los artículos 1, 103, 105 y 107 de la Constitución. La reforma al artículo 1 de la Constitución introducía una frase que señalaba que las normas relativas a los derechos humanos “en ningún caso pueden ser inaplicadas por medio de control de convencionalidad.
La modificación al artículo 105 señala que “son improcedentes las controversias constitucionales o acciones de inconstitucionalidad que tengan por objeto controvertir las adiciones o reformas a esta Constitución, incluyendo su proceso deliberativo, legislativo y correlativa votación, así como aquellas que busquen controvertir las resoluciones o declaraciones de las autoridades competentes en materia electoral”.
Voces contra la reforma
En las últimas horas, organizaciones civiles manifestaron su rechazo ante esta iniciativa, principalmente a la eliminación del “control de convencionalidad”.
El abogado Francisco Burgoa dijo que la decisión anunciada esta mañana por Adán Augusto López “puede parecer una ‘buena noticia’”, pero en realidad “es una maniobra que busca distraer de un problema mucho mayor”.
“Inclusive, esto aunque parece un retroceso en las pretensiones autoritarias, el verdadero riesgo persiste en la eliminación de controles judiciales sobre las reformas constitucionales, incluyendo el juicio de amparo, las controversias constitucionales y las acciones de inconstitucionalidad”, señaló.
“Esto no es un mero ajuste técnico: representa una amenaza directa al Estado Constitucional y Democrático de Derecho y a los derechos humanos en México, ya que limitaría los mecanismos de defensa constitucional y los compromisos asumidos en el sistema interamericano”, mencionó.
Burgoa aseguró que Morena, “con esta jugada, “busca controlar su propio autoritarismo, pero lo hace bajo la presión de la crítica social y de la oposición”.
Finalmente, planteó que “no es suficiente que se retire solo el control de convencionalidad; esta propuesta de reforma constitucional debe ser retirada por completo. De lo contrario, el país retrocederá gravemente en la protección de los derechos humanos y en la defensa de los principios fundamentales constitucionales”.
Amnistía Internacional México llamó al Senado a votar en contra de la reforma constitucional, que a su juicio “implica un grave retroceso en la defensa de los derechos humanos en México”.
Por su parte, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez (Centro Prodh), señaló que la reforma propuesta en materia de “inimpugnabilidad de las reformas constitucionales” supone un cambio a una disposición clave “que tanto costó alcanzar” y que es fundamental para “incorporar los tratados internacionales que más protegen a las personas”.
Por ello, consideró que supone un “retroceso” para los derechos humanos”.
El exsenador Emilio Álvarez Icaza, quien fue Secretario Ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), calificó la reforma propuesta como “un atentado y ataque a los derechos de cualquier persona para defenderse de los abusos”.
“Que manera de enloquecer y perder el más mínimo sentido de un régimen democrático”, dijo en su cuenta de X, al tiempo que señaló que la mayoría “espuria” y “mafiosa” de Morena y aliados en el Congreso de la Unión “lleva al país a normas propias de las regímenes totalitarios”.
Álvarez señaló que la reforma elimina los derechos de las minorías y de cualquier persona de revisar reformas constitucionales que vulneran el régimen de libertades y derechos, además de que violan la no retroactividad de normas en derechos humanos y compromisos internacionales en la materia contraídos por el Estado mexicano.
Mientras que el constitucionalista Miguel Carbonell apuntó que “cualquier reforma que se haga debe ser para fortalecer la garantía de los derechos humanos, no para ponernos a todos en peligro”.
“El control de convencionalidad es esencial en América Latina y ningún país de la región puede renunciar a ejercerlo”, puntualizó en redes sociales.
Ayer, el investigador emérito de la UNAM, Diego Valadés, señaló que la reforma significa “otro agravio al Estado constitucional, a los derechos fundamentales y al sentido común”.
“Parece un acto desesperado. Legisladoras, legisladores: esta vez reflexionen; no ahonden el abismo. Denle una tregua al país y a la Constitución”, pidió.