En la colonia Guadalupana, en Guadalajara, el camión recolector de basura dejó de pasar durante 10 días. Sin aviso, sin notificación, sólo se detuvo el servicio durante los primeros días de diciembre, pero lo que no se detuvo fue la generación de residuos que terminaron en las calles.

Los vecinos sacaban sus bolsas con basura para dejarlas apiladas bajo los postes de luz, de alumbrado público y de telefonía, además, esta colonia tiene la peculiaridad de tener complejos habitacionales que tienen en su fachada largos canceles de mediana altura que eran usadas como percheros para sostener las bolsas. Fueron 10 días en los que la basura colgante competía con los adornos navideños por la atención de quien pasaba.

Algunos vecinos conocían el motivo de la aparición de los “cerros de basura”, otros no estaban ni enterados de qué es Caabsa: “La verdad no (sé qué es Caabsa), pero ya es mucha basura y urge que se la lleven (…) Ya huele feo y están apareciendo moscas y cucarachas”, reclama Edson, vecino de la Guadalupana.

Esta no era la primera vez que la empresa, que durante 30 años tuvo la concesión de la recolección de la basura en Guadalajara, incumplía con el servicio en esta colonia ubicada al norte de la ciudad; el mal servicio era constante bajo el pretexto de que el camión recolector se encontraba en reparación, averiado, en mantenimiento o cualquier otra excusa para justificar su incumplimiento.

Otros vecinos sabían más o menos que la presidenta municipal de Guadalajara Verónica Delgadillo tomó la decisión de no renovar el contrato de concesión del servicio con la empresa, escucharon en las noticias o vieron en las redes sociales de la alcaldesa que por las calles de la capital de Jalisco circularían camiones nuevos, recién comprados.

“Sí supe que se compraron camiones nuevos y está bien, se ocupan. Si no, cómo se llevarían los camiones la basura. Hacen falta y está bien. Que haya más camiones, porque así como estamos por eso tardan en pasar. Se descompone uno y en lo que el de otra colonia acaba y lo mandan para acá, por eso estamos así, imagínese”, concluye la señora Martha.

La concesión de Caabsa concluyó el 17 de diciembre de 2024, para esa fecha, el plan de Verónica Delgadillo y su equipo de trabajo fue, en un inicio, arrendar los camiones a una empresa que concursó en la licitación, sin embargo, esta anunció que declinaba a continuar con el proceso. Motivo por el que la alcaldesa tomó otra decisión para solucionar el problema: comprar los camiones recolectores.

“Hace como 15 días tardaron más de una semana en pasar los camiones, se juntó mucha basura. Tiene poquitos días que pasan normalmente (23 de diciembre), pero fueron como 10 días en los que no pasaron. Nomás esperábamos que pasaran por ella”, cuenta Antonio, también vecino de La Guadalupana.

Fueron 160 los que se adquirieron a dos empresas, durante la madrugada del 18 de diciembre de 2024 se formaron alrededor de la Glorieta Minerva, donde Verónica Delgadillo les dio el banderazo de salida para que iniciaran con su trabajo. Un día antes, el mismo 17 de diciembre, fecha en la que concluía la concesión con Caabsa, se formalizó la creación del OPD GDLimpia para la contratación de los empleados de esta empresa, para este 2025 se prevén cerca de 120 millones de pesos para su operación.

“Sí hubo días en los que no pasaron, pero ya pasan normal. Son las mismas personas que pasan (recolectando la basura), muy amables. Lo único (diferente) es que son camiones nuevos”, reconoce Omar Castro, vecino de la colonia Miraflores.

Esta colonia Miraflores también tiene otra peculiaridad, los vecinos no sacan su basura a la calle si no pasa el camión recolector, además, procuran mantener sus banquetas limpias, Omar Castro cuenta que los empleados que se encargan de recolectar la basura en su colonia no recoge las bolsas que se abandonan bajo los postes, razón por la que evitan los habitantes de esta colonia esta mala práctica.

“No se la llevan si la dejas en la esquina, cuando tocan las campanas es cuando hay que salir”, narra Omar.

El nuevo modelo de la recolección de basura que implementa Verónica Delgadillo tiene que ver con esto último, la corresponsabilidad de los tapatíos para mantener los espacios limpios, se invita a través de las redes sociales del Gobierno de Guadalajara para que así se haga.

En Crónica realizamos un recorrido en 10 colonias tapatías en las que se denunciaba la falta de recolección de la basura, además de La Guadalupana y Miraflores, visitamos Mezquitán Country, San Andrés, Santa María del Silo, La Perla, Aldama, Jardines de la Paz, San Rafael y Cantarranas, esta última los vecinos nos cuentan que pasa el camión recolector hasta dos veces en el día.

“Tenemos la suerte que acá pasa hasta dos veces por día. Si no alcanzas a sacarla en la mañana o no estás, aprovechas que pasa en la noche para sacar las bolsas, una ‘ayudota’ que pasen así de seguido”, narra Paco, vecino de Cantarranas.

El señor Óscar Antonio Guajardo, vecino de la colonia Aldama, conoce a detalle lo ocurrido en Guadalajara, asiduo radioescucha de una de las estaciones de mayor tradición tapatía dice coincidir con lo que escuchó en ella: la prueba de fuego de este nuevo modelo de recolección de basura llamado “Limpia Guadalajara”, se daría durante los días de los festejos navideños y año nuevo, cuando se incrementa considerablemente la cantidad de residuos.

“Acá pasaron todos los días, hasta el 25 de diciembre y el 1 de enero, no se interrumpió la recolección (…) hasta ahora todo en orden”, confiesa.

Verónica Delgadillo reconoció en su momento que la regularización del servicio de recolección de basura costaría alrededor de tres meses, tiempo en el que pidió a las y los tapatíos paciencia en lo que calibraban el trabajo en las 185 rutas que se crearon para el paso de los camiones recolectores de toda la ciudad.

La alcaldesa de Guadalajara también reconoce que el problema de basura inicia con la bolsa que se recolecta en casa, no es el final, el gobierno que encabeza debe de prever dónde será el destino final de las mil 800 toneladas que diariamente recaban, provisionalmente, será en el vertedero de Picachos, en Zapopan, acuerdo que se tomó en Sesión del Ayuntamiento tapatío en convenio con el propio gobierno zapopano con un costo aproximado a los 202 pesos por tonelada vertida.

Este convenio únicamente está previsto para el mes de marzo de este 2025, tiempo en el que se espera tener completamente afinado el tema de la recolección y en el que se analizará a dónde se pueden llevar los residuos.