Monterrey.- A tres décadas de haberse constituido como área natural protegida, el Parque Ecológico Chipinque ha experimentado una profunda transformación ambiental, con avances importantes en la conservación de flora y fauna. Sin embargo, autoridades del parque advierten que el reto principal sigue siendo la conciencia ciudadana sobre el cuidado del entorno.
Actualmente, más de 50 personas trabajan de forma activa en tareas de reforestación, monitoreo de especies y educación ambiental, buscando preservar los ecosistemas del parque y evitar afectaciones provocadas por los visitantes.
Durante las actividades realizadas este 2 de agosto para reflexionar sobre el papel ecológico de Chipinque, se destacó el aumento de especies avistadas, el control de flora invasora y el reforzamiento de senderos para minimizar el impacto humano.
Uno de los principales llamados fue el de proteger la vida silvestre ante atropellamientos y encuentros riesgosos.
“Uno de los retos más grandes es generar conciencia en la gente. No basta con venir a disfrutar la naturaleza; hay que protegerla”, enfatizó Lorena Vázquez, directora del parque.