Las principales bolsas europeas mantienen las pérdidas, superiores al 2 %, ante el temor de los inversores a que la economía estadounidense, la mayor del mundo, experimente un “aterrizaje brusco” y entre en recesión.
El nerviosismo de los mercados se desató el pasado jueves tras publicarse datos de empleo y actividad industrial en Estados Unidos peores de lo esperado, y se intensificó el viernes al constatarse el enfriamiento del mercado laboral estadounidense.
La preocupación de los inversores, agravada por algunos resultados decepcionantes de grandes empresas tecnológicas, se ha traducido este lunes en caídas notables de las principales bolsas asiáticas, que se han trasladado después, aunque menos acusadas, a las bolsas europeas.
A las 10:00 GMT Milán bajaba un 2.9 %; Fráncfort, un 2.5 %; Madrid, un 2.4 %; París, un 2.2 %, y Londres, un 2.1 %.
El Euro Stoxx, índice que agrupa a las mayores empresas europeas por capitalización, bajó un 2.4 %.
En Asia, Tokio ha perdido un 12.4 %, la segunda mayor caída de su historia, porque al pesimismo general se une la preocupación por el impacto que puede tener en las exportaciones la fortaleza del yen, que se ha apreciado tras la última subida de tipos decidida por el Banco de Japón.
Seúl he retrocedido un 8.77 % y Taiwán, un 8.35 %. Más moderadas han sido las caídas en Hong Kong (-1.46 %) y Shanghái (-1.54 %).
El viernes, en Wall Street el Dow Jones perdió el 1.51 %; el S&P 500, el 1.84 %, y el tecnológico Nasdaq, el 2.43 %.
Los futuros anticipan una apertura a la baja de la bolsa de Nueva York.
Según analistas, los datos de empleo publicados el viernes en Estados Unidos han aumentado los temores “a un aterrizaje brusco de la economía americana” y a que la Reserva Federal (Fed) “llegue tarde a evitar una desaceleración excesiva”.
Los mercados están pendientes este lunes del índice ISM de actividad del sector servicios en Estados Unidos, un indicador que cobra especial protagonismo en la situación actual.
En este contexto, los inversores apuestan por la renta fija, lo que se está traduciendo en un descenso de la rentabilidad.
El rendimiento del bono alemán, considerado el más seguro, baja hasta el 2.104 %.
El euro se aprecia respecto al dólar estadounidense y se cambia a 1.0936 unidades.
Los precios del petróleo siguen a la baja ante el temor de los inversores a un debilitamiento de la demanda.
El Brent, el crudo de referencia en Europa, cae casi el 2 % y ronda los 75.3 dólares por barril.
El precio del oro, uno de los activos refugio en tiempos de incertidumbre, retrocede un 0.8 % y se sitúa en torno a los 2.424 dólares por onza.
Las criptomonedas se desploman: el bitcóin, la más utilizada, baja un 12 %, y el ether, la segunda del mercado, se deprecia un 17 %.
(EFE)