Monterrey. – La diputada local de Morena, Berenice Martínez, propuso establecer un programa de acompañamiento integral a favor de los menores de Nuevo León que tengan a uno o ambos padres privados de su libertad (PPL) en algún centro penitenciario.

Esta medida puesta sobre el pleno del Congreso local podrá lograrse, al solicitar una reforma a la Ley Estatal de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.

La legisladora, a través de la iniciativa plantea una serie de reformas al artículo 25 de la mencionada Ley, enfocándose en asegurar apoyo integral para este sector vulnerable de la sociedad.

Martínez indicó que con la modificación a la normativa en cuestión, busca generar para las niñas, niños y adolescentes, el acceso a servicios psicológicos, médicos, educativos y sociales, para contribuir a su desarrollo integral.

Otro de los aspectos fundamentales es que también busca prevenir cuestiones de discriminación, de acoso o “bullying” en contra de quienes tienen a uno o dos padres en esta situación ante la justicia.

“Para los hijos de personas privadas de la libertad, la ausencia de sus padres conlleva no solo la falta de apoyo emocional, sino también la exposición a situaciones de discriminación y carencias en ámbitos básicos como la educación, salud y bienestar”, planteó Berenice Martínez.

Con ello, la legisladora local refirió que se mitiga los efectos adversos que la situación de sus padres puedan impactar en la vida de sus hijos, promoviendo condiciones que reduzcan la reproducción de ciclos de exclusión y violencia.

“Pido su apoyo para que juntos, desde esta Legislatura, demos un paso firme en la protección de los derechos de las niñas, niños y adolescentes de Nuevo León”, concluyó.

Este es el panorama para estos menores con padres en prisión

Datos arrojados en la Encuesta Nacional de Población Privada de la Libertad del INEGI, realizada en 2021, arrojó que el 77% de los reclusos en Nuevo León tenía dependientes económicos.

  • En el caso de las mujeres, el 67.8% eran madres de hijos menores de edad, de los cuales un 55% se encontraban al cuidado de los abuelos.
  • En el caso de los hombres, se indicó que un 60% tenía dependientes económicos menores, y de estos, el 30% estaba al cuidado de la madre.

Estas cifras ilustran la vulnerabilidad en la que quedan muchos menores cuando su principal sustento o apoyo emocional es una persona privado de la libertad (PPL).